Soledad fue una mujer muy devota que tenía un corazón enorme. A los 44 años, el 13 de julio de 2017, dió su vida en un abrazo de amor.
Soledad estaba casada y tenía 4 hijos. Aunque era de Buenos Aires, hacía unos años ya que vivía en Salta. Era una mujer de buen carácter, siempre con una sonrisa, una mujer buena. Tenía una intensa vida de oración y participaba activamente en defensa por la vida.
Su vocación era la lucha Pro Vida, participaba y organizaba marchas en contra del aborto, concurría a seminarios y defendía la causa en distintos medios de comunicación, daba charlas en escuelas y recorría la provincia con médicos que capacitaban sobre bioética. Trabajaba en un centro de ayuda a mujeres embarazadas en estado de vulnerabilidad, se ocupaba de su seguimiento y les enseñaba artesanías para vender y obtener ingresos extras.
Su ejemplo de vida inspiró el primer proyecto de la Fundación Madre del Amor: el Hogar Soledad Cullen.